Emilio me recomienda la lectura de Summerhill, un libro que lleva el mismo nombre que la famosa escuela que dirigieron A.S. Neil y su esposa durante 50 años. Así sostiene que hay que educar a los niños en «libertad» y permitir que aflore su capacidad de amar la vida e interesarse en ella. Algunos de los conceptos del libro nos parecen «hijos de su época», como puede ser su entendimiento de la homosexualidad. Sin embargo introduce algunas cuestiones que nos dan que pensar: «Darle libertad es permitirle al niño vivir su propia vida. Dicho así, parece sencillo. Sólo nuestra desastrosa costumbre de enseñar, moldear, sermonear y coaccionar nos hace incapaces de comprender la sencillez de la verdadera libertad. ¿Cuál es la reacción del niño a la libertad? Los niños inteligentes y los niños no tan inteligentes ganan algo que nunca tuvieron, algo que es casi indefinible. Su principal manifestación exterior es un gran aumento de sinceridad y de caridad, y además un decrecimiento de la agresividad. (…) Pero libertad significa derrota de la ignorancia. Un pueblo libre no necesitaría de censores de comedias ni de costumbres.» Claro que se mezclan asuntos de clase, de género, cuánto hay de innato y qué de aprendido en nuestras conductas, muchas de estas cuestiones quedan en suspenso. Estas imágenes (la de ayer y la de hoy) son de la Biblioteca Digital Maliaya, que permite la consulta online del patrimonio bibliográfico y documental relacionado con Villaviciosa.
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